Miro y siempre te busco pero nunca estás, busco tu reflejo en cada cristal y tu silueta en cada amanecer.
La luna guarda mi rostro en su memoria de tantas horas que hemos compartido en la noche, buscando, ella a su amante y yo tus pasos en la acera.
Los pájaros cantan tristes melodias que rememoran tu partida y el "jamas me verás" que tu pecho soltó en el ultimo aire que compartimos.
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