Son muchas las ocasiones en las que preferimos dirigir nuestra vista atrás y no mirar al futuro. Nos acomodamos en vez de usar esa adrenalina para encarar lo que puede ser y no desfallecer en lo que nunca será por miedo a vivir, a sentir, a descubrir que no sabemos cómo será el futuro incierto. Es cobardía, nos quedamos en lo fácil, en lo común, en lo diario, perdiendo la oportunidad de tomar tus propias bifurcaciones de esta vida que la masa vive.
Sé lo que quieras pero siempre lo mejor que puedas.
viernes, 30 de agosto de 2013
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