Sé lo que quieras pero siempre lo mejor que puedas.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Paseando por una ciudad de calles grises, con pórticos desolados, aceras desgastadas, ventanas vacías y asfalto agrietado, caminando por un bosque de árboles marchitos, de animales yacentes y de nubes condensadas que no dejan ver el sol.  Playa sin olas, mares sin espuma, estrellas sin luz y caminos sin pisadas. Bombillas fundidas, miradas perdidas, copas rotas, destrucción.


Dos calles más allá la vida es rosa, la luz entra por cada rendija, los amaneceres llaman un nuevo día de esperanza, las risas inundan las caras de las personas, las calles rebosan vida en cada esquina, cada rincón tiene algo que contar. Palomas en pareja, plazas ocupadas de juegos, bancos repletos de verdades, arboles donde los pájaros anidan y pistas de baile llenas de compases.

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